@ & la evasión de la realidad continuaba; era lógica su desaparición por algunos momentos de mi vida, cuando uno cree estar bien, no necesita evadir su propia realidad, porque cuando uno esta bien por lo menos lo único que yo intento hacer es ayudar a los otros, al ayudarlos intento pintarles & hacerles ver una realidad que no es, pero que si se puede inventar, cosa que yo cuando me encuentro asfixiada en una nebulosa de situaciones adversas no logro crear aunque mi imaginación se tan eficaz como logra ser la imaginación de un pequeño niño; en estos momentos me frustro en estos momentos mi cara se pone amarilla; blanca por decirlo así; lo único que quiero hacer es dormir & dormir o simplemente no estar, cualquier propuesta para mi en este momento es valida, sea una salida, una noche, una tarde, una llamada o un msj. de texto, no interesa que sea siempre en cuanto me aleje de lo que no quiero vivir en este momento, evadirse no es lo mejor, pero funciona, funciona perfectamente cuando necesitas escapar, es casi tan similar a cuando gatillas todas las balas de un arma, pero en algún momento las balas se acaban & si esa era tu única defensa contra el adversario estas muerto, o corres & escapas, o bienvenido al mundo del sueño eterno, en este caso mi evasión no tiene como objetivo el sueño eterno porque al fin de cuenta detrás de cada nube gris siempre el cielo es azul, & toda tormenta pasa, simplemente a veces esa tormenta se arma tan a la ligera, como el aletear de colibrí que no nos da el tiempo suficiente de protegernos ante ella; simplemente la tormenta esta, la lluvia se larga & nos encontramos ahí indefensos ante ella, en este momento así me encuentro yo, no es que me siento mal; eso seria mentirme a mi misma, mentirle a todos, siento como una rareza que no me deja respirar del todo bien, tengo ansiedad, & quiero no estar donde me encuentro, hace un año & tres meses vivo en un deja vù; quiero que termine ya, quiero la paz que solía tener, quiero quiero & solamente exijo, hoy me escapo de lo que pasa, mi evasión llega a las 6 de la tarde cuando una linda niña toque sigilosamente el timbre de la casa de mi abuela & me diga con su voz de locura: es hora, es hora de irnos; entonces en ese momento seré la persona mas egoísta que puede existir, & pensare solo en mi, al fin & al cabo sino pienso en mi después de todo lo que paso, creo que nadie hoy lo va a hacer.
~ Tamara Gallardo – Jueves 20 de Agosto de 2009*
